Yida es el mayor asentamiento de refugiados de Sudán, y allí las mujeres han tomado el control de los restaurantes. ¿Cómo son y qué tienen para ofrecer estos particulares restaurantes de Sudán? Te lo contamos a continuación:
La historia de Sudán

En 2011, el gobierno de Sudán lanzó un bombardeo aéreo de los estados del sur de Nilo Azul y Kordofán del Sur, hogar de un movimiento rebelde militarizado.Los gobiernos se han convertido en algo diario, muchas personas han muerto y otras tantas han huido.

Yida es el mayor centro de refugiados de Sudán, donde no pueden trabajar sino vivir del propio ingenio y algo de ayuda de las ONG. Pueden entrar y salir libremente de la zona, algunos se dedican a la agricultura y pueden conseguir alimentos fuera.
El restaurante de Rosa Abdu

Rosa comenzó a vender té y café bajo un árbol en un rincón del campo de refugiados, pero mucha agua ha corrido hasta el punto actual, donde tiene un restaurante hecho con palos, hojas de parra y lonas que permiten tener el interior ligeramente más fresco.
Lejos está Rosa de cualquier otro restaurante a nivel mundial: debe cocinar en base a lo que consigue —si bien en un principio se administraban alimentos para una dieta de 2000 calorías para los adultos, hoy en día no llega a las 1500 calorías— y a las cantidades realmente reducidas de agua que poseen. Un ejemplo claro son los buñuelos hechos de lentejas molidas y rociados con limón y chile, una especie de falafel que hace recordar al hogar a aquellos que se reúnen alrededor de estos restaurantes improvisados cerca de las bombas de agua.
Cuando Rosa comenzó su proyecto de restaurante no tenía dinero, así que tomó el alimento de su familia para dar alimento a los demás. Como sus raciones de comida familiar funcionaban bien pero precisaban otros elementos —ropa, dinero, educación para los más pequeños— para subsistir, por lo que decidió poner este restaurante para conseguirlo. Cuando finalmente tuvo un flujo de caja, pudo comprar alimentos en el mercado para el funcionamiento del restaurante.

Entre los platos básicos que sirven se encuentra la asida, un plato que parece una papilla espesa a base de sorgo y nuez con un toque picante, que se cuece a vapor. Se suele servir con sopa de carne u okra guisado. Generalmente, los nubios comen en forma comunitaria, con un guisado en el centro de la mesa que se acompaña con asida o kisra, un pan plano hecho de harina de sorgo fermentada.
El de Rosa es uno de los tantos restaurantes pintados de vivos colores para resaltar entre el mercado, donde puedes encontrar piezas de automóviles, mujeres que hacen cervezas artesanales y bollos, alimentos envasados y productos para el hogar. Muchas mujeres no gustan de cocinar, pero es su mejor opción en esta situación. La mayoría de sus clientes son hombres, especialmente comerciantes.
Sin duda alguna, tener un restaurante en Yida, el mayor centro de refugiados de Sudán, es una experiencia totalmente diferente a cualquier tipo de restauración en otra parte del mundo. ¿Qué te parece esta experiencia?