El Jet Lag es la alteración de los ritmos biológicos de nuestro cuerpo al viajar a través de diferentes husos horarios, de este a oeste, o de oeste a este. Se produce principalmente cuando viajamos de oeste a este, porque al viajar en esa dirección perdemos horas y esto provoca que nuestro reloj biológico tenga un ciclo superior. En cambio, si viajamos de este a oeste –ganamos horas- sufrimos un poco de cansancio pero no supone ninguna alteración grave del ciclo biológico.
Por lo tanto, es importante tomar precauciones ya que puede provocar que nuestro cuerpo se sienta confundido generando fatiga, dificultades para dormir, indigestión, pérdida del apetito, problemas de concentración y memoria o una sensación general de no encontrarse bien. Conoce qué hacer antes, durante y después de tu vuelo.
Antes de tu vuelo
1. Adáptate con tiempo al nuevo horario. Si viajas hacia el este, acuéstate más tarde que de costumbre. En cambio, si viajas al oeste, acuéstate y despiértate más temprano.
2. Duerme bien la noche anterior al vuelo -más de ocho horas si puedes-.
Durante tu vuelo
3. Ajusta tu reloj a tu horario de destino cuando comience tu vuelo.
4. Intenta dormir durante el viaje. Lleva una almohada, tapones de oído y un antifaz para descansar mejor.
5. Evita tomar alcohol y café. En la altura el alcohol nos deshidrata y aumenta la sensación de cansancio. A la vez, las bebidas con cafeína afectan el sueño.
6. Hidrátate. Bebe mucha agua.
7. Camina por el avión para mantener la circulación de la sangre.
Después de tu vuelo
8. Aunque estés cansado o no tengas mucho sueño, intenta adapta tus horarios a los horarios locales – tanto los del sueño, como las comidas-.
9. El primer día, tómatelo con calma. Descansa, y deja los recorridos y actividades más exigentes para más adelante.
10. Realiza ejercicios al aire libre para aumentar las endorfinas y estira los músculos para deshacerte de la rigidez que provoca un vuelo largo. Esto te hará sentir mejor.