Al noroeste de Nairobi (Kenia) podrás encontrar Hell’s Gate, un paraíso volcánico con cascadas, azufre, acantilados y un hermoso parque. Sin duda alguna, un paisaje impresionante para los más aventureros y amantes de la naturaleza. ¿Te animas?
Parque Nacional Hell’s Gate
Es el único parque natural de Kenia, que puedes recorrer a pie, en bicicleta o conduciendo sin necesidad de un guía. Entre los acantilados de piedra rojiza encontramos una puerta que dio nombre al parque cuando, en 1883, los exploradores Fischer y Thomson se rindieron en esa zona. Hoy en día, la vida es más acogedora para aquellos viajeros que buscan una aventura.
Dentro del parque podrás disfrutar de la torre de Fischer, la torre central, las cuevas de obsidiana y mucho más. La primera es una formación rocosa producida por la actividad volcánica hace millones de años, que la comunidad Masai cree que es una mujer de su tribu que se convirtió en roca luego de haberse caído con su familia días después de su matrimonio.
La torre central es más alta, por lo que es perfecta para disfrutar de las vistas de todo el parque —entre ellos, el lago Naivasha, patrimonio de la humanidad por la Unesco y conocido por sus flamencos rosas y otras aves en peligro de extinción; y también la actividad volcánica del Monte Longonot y Suswa—.
La garganta conocida como Baja Njorowa permite disfrutar de paredes curvas empapadas de agua y muy cercanas una de la otra, tanto que muchas veces no ves el cielo. Cae agua tanto fría como caliente —gracias a la actividad volcánica—. Dentro de las cuevas de obsidiana verás la suavidad de las rocas formadas por el enfriamiento de la lava volcánica.
Por último, para los amantes de los animales, podrás avistar jirafas, leones, cebras, más de 100 especies diferentes de aves.
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Sin duda alguna, Hell’s Gate es un paraíso volcánico digno de visitar. Si eres amante de la aventura y la naturaleza, ¡no te lo pierdas!